Tour por el norte de España – Día 1

Tour por el norte de España – Día 1
Como un día de repentina lluvia, o la aparición del arco iris, fueron mis siete días de vacaciones. El artífice de este tour por el norte de España, fue mi novio, que también es protagonista de ese viaje de aventura. Conociendo como soy una enamorada de este país, de sus costumbres y sus tradiciones, planeó un recorrido por la Rioja, Cantabria y País Vasco en una semana fugaz. Un viaje inolvidable tanto por la belleza de sus paisajes, por su gastronomía y por sus gentes.En nuestro tour por el norte de España, voy a relatar los paisajes, hoteles y puntos turísticos en los que estuvimos. Para los amantes del arte, es pura inspiración por su tremenda belleza. Nuestra primera parada fue el Monasterio de Piedra, en Zaragoza. Un Parque sacado de un cuento de hadas, deslumbrante y exótico. Fue gratificante tener el privilegio de disfrutar de su historia, de su fauna.
El tiempo de caminata hasta el Parque Natural nos llevó cerca de tres horas, en las que recorrimos maravillosos parajes, acompañados por la sombra de sus árboles centenarios, su excepcional vegetación, sus fascinantes cascadas, lagos y grutas. No puedo olvidarme de la gruta “Cola de Caballo”, entre su espectacular agua de color esmeralda que destacaba la imagen de un pez solitario. La claridad que venía de fuera, deslumbraba con el contraste de la calidez del agua de la cascada, pareciendo todo ello sacado de una escena de una película.
Esta cascada tiene un túnel que pasa por su interior, consiguiendo una temperatura agradable. Todo ello me dejó fascinada. El lugar no tiene una acceso fácil para personas con movilidad reducida, pero el esfuerzo compensa.
Las fotos hablan por sí solas.
El paisaje no tiene un lenguaje y la luz no tiene una gramática, y en cambio millones de libros intentan explicarlos.
(Robert Macfarlane)
Reanudamos el viaje rumbo a Logroño desde Zaragoza por la A-68. Logroño, ciudad y municipio situado en el norte de España, capital de la comunidad autónoma de La Rioja. Bañada por el río Ebro, Logroño ha sido históricamente un lugar de paso y cruce de caminos, tales como el Camino de Santiago
Durante todo el viaje, presenciamos un cambio de temperatura considerable, hasta llegar a sus majestuosas montañas cubiertas por un manto con diferentes tonalidades de verde. Después de 2 horas y 23 minutos y unos 229 km recorridos, llegamos a la Pensión Sotelo en Logroño, donde fuimos muy bien recibidos.
Si hay una calle conocida en Logroño, visitada por números turistas, es la “Calle del Laurel” y la no tan conocida la “Calle San Juan”, jalonada de bares y una de las zonas de copeo más famosas de España. Hay unos 60 establecimientos donde se puede degustar la suculenta gastronomía riojana a base de pinchos como las migas, los matrimonios, los rotos o los champús, entre muchos otros, y que decir de la denominación de vinos ¡”D.O Rioja”! donde el matiz y el sabor explota en la boca a cada sorbo.
Así que, lo único que pensamos ese día fue en probar los famosos pinchos. Deambulamos entre sus calles, admirando la cantidad de bares que exponían una variedad de tapas en sus vitrinas, a la vista de todos. Pudimos disfrutar de la gastronomía de Logroño, de sus bares, sus calles abarrotadas de gentes y del turismo nocturno.
Por la mañana después de preparar maletas, abandonamos la pensión y nos dispusimos a recorrer la ciudad. Cruzamos el río Ebro por el Puente de Hierro. Nos detuvimos ante una exposición sobre Ciencia que había allí e hicimos el recorrido inverso por su famoso Puente de Piedra.
Logroño realmente es una ciudad encantadora, ideal para ir con la familia y/o amigos a saborear de su gastronomía, vinos y su historia. Pero teníamos que seguir viaje, así que sin duda alguna volveremos a redescubrirla aún mejor en otra ocasión.
La primera condición del paisaje es su capacidad de decir casi todo sin una sola palabra.(Konrad Lorenz)
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